EL RETO DE HOY

Desde hace varios meses a nuestros niños y niñas les ha tocado vivir una situación confusa y complicada a raíz de la pandemia de COVID-19 y las medidas que se han tomado para contenerla; confusa, porque muchas veces no entienden el motivo por el cual no pueden salir, ir a cine o al parque; y complicada, pues el encierro y la incertidumbre generan tensiones y conflictos.

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Aunque esta situación afecta también a los adultos, es importante que nosotros, como padres y docentes, les brindemos a nuestros niños y niñas seguridad, confianza, apoyo y, sobre todo, amor. Sin embargo, esto no debe entenderse como permisividad y aprobación de comportamientos inadecuados, que no favorecen su desarrollo emocional, pues los niños necesitan conocer claramente los valores, hábitos y normas que rigen su hogar y su entorno, para saber que esperamos de ellos, y así favorecer su desarrollo emocional y de su personalidad.

Entre el primer y el segundo año de edad los niños viven nuevas experiencias, empiezan a caminar, a sentir nuevas texturas, a percibir diferentes olores, y quienes entran al jardín infantil, aprenden de manera más rápida a convivir con otros niños de su misma edad, a compartir, a hablar, a socializar, y a jugar entre muchas otras cosas.

En esta etapa hay comportamientos como los mordiscos, los gritos, el llanto sin lágrimas, las pataletas y algunos cambios en los horarios de sueño y en el apetito, que de alguna manera son normales para la edad. Por ejemplo, muerden porque es su forma de comunicarse y defenderse; gritan y hacen pataletas porque quieren ser escuchados y llamar la atención; duermen poco porque están ansiosos. El reto como adultos es enseñarles una forma diferente de comunicarse y a que entiendan que hacerse oír o llamar la atención de esa manera no tiene una respuesta positiva y no conseguirán lo que quieren, y poco a poco irán cambiando su comportamiento.

Por esta razón, en Simsalabim trabajamos para que nuestros niños y niñas conozcan y aprendan la importancia de las crear hábitos y establecer normas y limites, a través de acciones que hacemos todos los días, las cuales nos permiten tener rutinas, como cumplir con los protocolos de bioseguridad y mantener nuestro salón organizado y limpio.

Así como se trabaja en el jardín, se recomienda que en casa también se establezcan hábitos, como cepillarse los dientes después de cada comida, recoger los juguetes después de jugar, entre otros.

Por otra parte, desde esta edad los niños necesitan ser parte de la familia, sentirse útiles, y es el momento perfecto para que como adultos les den cierta independencia.  Por ejemplo, darles instrucciones sencillas como: “lleva la ropa sucia a la lavadora”, “ayúdame poner la mesa”, hacerles preguntas como “¿Qué ropa te quieres poner hoy?”, “¿Hacemos jugo de mora o de fresa? y que empiecen a hacer actividades solos, como comer, vestirse, etc.

Para que el niño avance en su autonomía, no hay que frenar su curiosidad, recuerden que el modelo son los adultos (padres, abuelos, profesores, etc.).  Si piden que los niños recojan los juguetes, es fundamental que los adultos den el ejemplo y de esta manera se puedan definir las normas básicas de convivencia, tanto en la casa como en el Jardín.

Recuerden que es aconsejable siempre tener unas normas muy claras en casa y ser consecuentes con las acciones. Por ejemplo, si le dicen al niño que esté un tiempo a solas para tranquilizarse y reflexionar, como consecuencia de su mal comportamiento, deben asegurarse de cumplirlo, pues las amenazas vacías socavan la autoridad. 

Los niños necesitan de las normas y hábitos, y esta edad es la indicada para inculcarlas, pues es el momento de sembrar la semilla, para que en el futuro sean niños y niñas responsables, respetuosos, ordenados, seguros de sí mismos, autónomos e independientes.

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Sé que no es una tarea fácil, pero trabajando en equipo, casa-Jardín, lograremos inculcar hábitos que favorezcan al desarrollo de nuestros niños y niñas. No solo para el presente, sino para toda la vida.

 

Adriana Rotavista.

Profesora “Conejos Mágicos”

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