LA IMPORTANCIA DE LA ESTIMULACIÓN EN LOS NIÑOS PREESCOLARES
Los primeros cinco años de la vida de un niño son claves para adquirir hábitos, conocimientos y habilidades motrices, cognitivas, socioafectivas y de lenguaje. Por esto que es muy importante que los niños realicen diversas actividades de estimulación, que les permitan tener un desarrollo integral.
En estos tiempos de confinamiento, donde pasamos la mayoría del tiempo en casa, como padres pueden apoyar el desarrollo de sus hijos e hijas, a través de diferentes actividades lúdicas y dinámicas en familia, que no requieren salir de casa, donde, mediante el juego, los niños aprendan en un ambiente tranquilo y seguro, sin miedo al rechazo, sino por el contrario, donde cada logro sea un motivo de festejo y reconocimiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, y con el objetivo de apoyar este proceso en casa, en Simsalabim hemos diseñado una serie de actividades fáciles y divertidas, que ustedes pueden poner en práctica con su hijos e hijas, de acuerdo al nivel en el que se encuentran.
Conejos Mágicos:
Anímale a pararse de puntas.
Ayúdale a ponerse de pie estando agachado(a) y sin usar las manos.
Enséñale a pasar pequeños obstáculos.
Dibujen juntos libremente sobre un papel o en la tierra con un palo. Puedes enseñarle a hacer líneas o círculos.
Enséñale a rasgar una hoja de papel por la mitad.
Invítale a dibujar, pregúntale y conversen sobre su dibujo.
Pídele que repita su nombre y apellido.
Busca un libro con ilustraciones y hazle preguntas acerca de las imágenes.
Muestra interés por lo que dice y responde todas sus preguntas.
Practiquen a subirse y bajarse la ropa interior para que pueda ir cómodamente al baño. Vístele con ropa fácil de usar.
Fomenta hábitos de limpieza.
Búhos Exploradores:
Juega a lanzar y atrapar la pelota. Bótenla en el suelo e invítale a que la aviente contra la pared y la atrape de regreso.
Anímale a saltar con un solo pie, alternándolos y a que salte con ambos pies siguiendo un camino.
Inventen juegos para que salte, camine, corra y se pare de repente.
Proporciónale una hoja de papel y lápiz, pídele que dibuje libremente y pregúntale sobre lo que hace. Después, sin limitarlo o darle órdenes, dibujen juntos objetos o personas. Hazle preguntas (p. ej. ¿dónde van los ojos?, ¿cómo los dibujarías?).
Enséñale a armar rompecabezas de 3 o 4 piezas. Tú puedes recortar alguna imagen en forma de rompecabezas. Cuando termine de armarlo, pídele que cuente una historia sobre la imagen.
Anímale a dibujar y a crear historias sobre sus dibujos.
Explícale para qué sirven los diferentes objetos (p. ej.: “la silla nos sirve para sentarnos”, etc.).
Enséñale el nombre de diferentes formas (círculo, cuadrado, triángulo) y ayúdale a identificarlos.
Lean juntos un libro de cuentos, señala con el dedo lo que vas leyendo o las imágenes de las que estás hablando. En otro momento, pídele que haga su propia historia.
Pídele que colabore en algunas tareas simples del hogar (recoger su ropa, guardar sus juguetes, ayudar a poner la mesa, etc.).
Déjale escoger su ropa.
Enséñale a vestirse y desvestirse.
Dragones Valientes:
Anímale a caminar, correr o saltar en un pie. Inventa juegos con este fin.
Dibuja una raya larga en el suelo y pídele que camine sobre ella.
Pídele que camine sin zapatos: sobre las puntas de los pies y sobre los talones.
Pídele que vacíe agua de un vaso a otro sin derramarla.
Ofrécele la oportunidad de jugar libremente con arena y/o agua con palas pequeñas, cucharas o vasos.
Mezcla diferentes granos o semillas y pídele que los clasifique.
Inventen juegos usando las palabras, al lado, arriba y abajo.
Léele y estimúlale para que elabore o te platique sus propios cuentos.
Enséñale adivinanzas sencillas.
Anímale a jugar con otros niños y niñas, y que ellos inventen sus propios juegos. Si hay conflictos, habla con ellos y haz preguntas que les ayuden a resolverlos de manera pacífica. Háblales sobre la importancia de las reglas.
Felicítalo cuando haga algo bien.
Enséñale a decir su nombre completo, su edad y el nombre de sus padres.
